La atmósfera acogedora del Restaurante Salma se logra gracias al excelente uso de materiales que evocan la tierra y crean una sensación de neutralidad. Los tonos terracotas proporcionan un ambiente cálido y agradable, perfecto para disfrutar de la actividad principal de este lugar: la gastronomía. Destacan una piedra suspendida en la pared, que simula un muro de contención, y elementos de madera en el acabado del cielo raso, desde esterillas hasta un artesonado en madera sólida. También se ha creado un espacio exterior con telas colgantes, que nos transporta a los elementos naturales de donde venimos: tierra, aire, fuego y agua. El Restaurante Salma es un testimonio de la arquitectura en constante diálogo con su entorno, creando un ambiente agradable y fresco para una experiencia gastronómica excepcional.